Inception, Somos Programadores, las Ideas pueden ser la chispa que moldea nuestra realidad

Un Viaje a Través de los Planos de la Conciencia.
Somos programadores, los Arquitectos de nuestros sueños.

El director Christopher Nolan, con su reveladora película "Inception", ha inspirado a la audiencia al fusionar la ancestral comprensión de los estados oníricos con la profunda exploración de la conciencia y un despliegue tecnológico vanguardista.

Esta obra maestra, más allá de sus secuencias de acción (persecuciones y otros desafíos), es un complejo juego mental que desvela la esencia misma de la percepción.Para aquellos que la contemplan, esta narrativa que evoca un "James Bond mezclado con Matrix" esconde una conexión profunda con las enseñanzas de Sri Aurobindo.

Este renombrado místico y maestro espiritual dedicó años de su Yoga Integral a investigar el subconsciente y la conciencia universal. Sus revelaciones ofrecen una perspectiva asombrosamente paralela a las ideas de Inception, surgidas de una profunda experiencia espiritual.En este marco, el subconsciente se entiende como una capa vasta y profunda de la conciencia individual.

Aunque no siempre accesible directamente por la mente consciente en el quehacer diario, sus manifestaciones pueden ser percibidas por una conciencia atenta. Esta inteligencia subconsciente opera intrínsecamente por sugestión, constituyendo un depósito ilimitado de información, perspicacia y sabiduría. F

unciona con base en patrones y hábitos dominantes, y puede ser deliberadamente influenciada para catalizar transformaciones y generar cambios positivos. Sin embargo, es crucial comprender que esta misma cualidad la hace susceptible a la manipulación, si no protegemos nuestra percepción o realidad interna.

Es un puente o interfaz entre nuestra conciencia personal (nuestros pensamientos y sentimientos conscientes, nuestra personalidad) y la Conciencia Universal (el vasto campo de conocimiento y energía que lo abarca todo, que es ilimitado e infinito).Los Reinos de la Conciencia: Más Allá de lo FísicoSri Aurobindo descubrió que existen múltiples reinos de conciencia más allá del mundo físico.

Estos planos no son meras fantasías; son otros mundos tan reales y palpables como el que habitamos. La capacidad de acceder a ellos depende del nivel de conciencia individual, sea uno esté dormido o despierto. Cuando la mente consciente se relaja, o al elevar el estado de conciencia, el subconsciente se libera de las ataduras de la materia densa, viajando o sintonizando con esos otros mundos.



Es en estos planos donde las ideas pueden ser impuestas y quedar grabadas en el subconsciente, manipulando nuestros sucesos futuros. Como en una "Alicia en el País de las Maravillas" de la conciencia, es posible explorar sus intrincados fotogramas y calibrar nuestra percepción dentro de ellos, desvelando realidades que escapan a la vigilia. Durante estas inmersiones, el subconsciente se empapa de experiencias, tanto luminosas como desafiantes, esenciales para una mayor evolución del alma individual. Aunque nuestro escepticismo persista, estos "otros mundos" no solo coexisten con nuestra realidad física, sino que la inciden e informan de innumerables maneras.


Según Sri Aurobindo, estos reinos se organizan en una espiral ascendente de niveles de conciencia, desde los inferiores hasta los superiores. Nuestros sueños, o las realidades que percibimos, dependen del nivel que nuestra mente subconsciente elija explorar en esa espiral laberíntica, cada uno con sus propios subniveles.

De forma inconsciente, accedemos a estos mundos para obtener las ideas más viles o las más nobles y sublimes, que finalmente moldean nuestro mundo conocido y su destino. No es de extrañar, entonces, que así como una conciencia pura puede surgir para redimir, también existan influencias que busquen subvertir y fragmentar el orden espiritual.

La Evolución del Ser: Hacia el Plano SupramentalSri Aurobindo, a través de más de 40 años de experiencia yóguica, sostuvo que la práctica constante permite elevar la conciencia a niveles superiores, hasta alcanzar lo que él denominó el plano supramental, el pináculo de la evolución espiritual.



Su método se basaba en la experiencia directa y la verificación personal, nunca aceptando una verdad sin trascenderla a través de la propia vivencia.Además, Sri Aurobindo hizo una profunda revelación: a diferencia de lo que la ciencia convencional suele afirmar, el ser humano no es el culmen del ciclo evolutivo de la Naturaleza.

Los seres humanos somos, de hecho, seres en transición, almas en constante devenir. Estamos destinados a una transformación profunda que nos llevará a nuestro último nivel evolutivo cuando alcancemos ese plano más alto de conciencia. Sin embargo, para lograrlo, es imperativo adentrarse en las profundidades de la mente subconsciente y comenzar a ascender a través de la espiral de conciencia, un viaje interno hacia la plenitud.

El esfuerzo espiritual de Sri Aurobindo no buscaba su salvación personal. Su propósito era compartir su experiencia e inspirar a otros a seguir este camino, con la convicción de que conduciría a una revolución espiritual interna y marcaría el comienzo de una paz duradera en la Tierra.

Rechazó la antigua creencia de que la liberación solo se alcanza abandonando este supuesto mundo miserable y ascendiendo a un cielo distante. "Es aquí en esta tierra donde podemos crear el cielo y encontrar la liberación en nuestra propia vida", afirmó, anclando lo divino en lo terrenal.